domingo, 29 de abril de 2012

Croquetas de bacon

Todos sabemos que las croquetas de la abuela/madre son insuperables, pero insistimos en comprar una y otra vez esas insípidas "croquetas" que engañan a nuestra vista en la sección de congelados. Empezamos con las más baratas y, tras descubrir la ausencia de carnaza en el interior nos pasamos a unas más elitistas. Se dejan comer pero... ¡NO! ¡no es lo mismo!

Nuestro vacío croquetil no se ha llenado y nuestra sed de croquetas no se ha satisfecho.

Llegados a este punto, nos quedan dos opciones: ponerle ojitos de perrillo abandonado a nuestra señora madre para que nos obsequie con un tupper de tan preciado manjar o aprender a hacer unas croquetas de verdad. Yo, como chica aventurera que soy, me decanté por la segunda opción.

*¡Hola! soy una flagrante violación del copyright, ¡quiéreme!

Ingredientes

  • Mantequilla
  • Media cebolla
  • 100 gr de bacon
  • 300 ml de leche
  • Harina
  • 1 huevo
  • Pan rallado
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite de oliva
Lo primero que debemos hacer para superar este reto con éxito es cortar la cebolla (cuanto más pequeña se pique, más rápido se cocinará). La podéis dejar al gusto. Como a mi me gusta la cebolla caramelizada, me armé de paciencia y esperé como 20 minutos hasta que adquiriera un color marrón de lo más apetecible. Cuando esté la cebolla lista, añadimos el bacon que habremos cortado previamente en pedazos minúsculos y lo doramos unos minutos. Una vez finalizado este proceso, tendremos listos los tropezones de nuestras crujientes delicias.

Ahora llega la parte delicada de la operación. Necesitaréis concentración y paz interior (tomaos unos minutos si lo consideráis preciso). Debemos calentar la mantequilla a fuego medio-bajo en una cazuela o sartén hasta que esta quede derretida cual fan de Johnny Depp ante la presencia del susodicho. Una vez logremos que este líquida, tenemos que añadir rápidamente la harina. El objetivo es lograr una consistencia más o menos sólida, pero con una apariencia tersa y brillante. Cuando hayamos obtenido la masa deseada, debemos retirar el recipiente que hemos empleado del fuego y empezar a incorporar leche templada lentamente mientras removemos la mezcla continuamente. Si sentís que podéis hacer más tareas a la vez os recomiendo leer a Shakespeare mientras realizáis el pino-puente =). Queremos obtener una masa relativamente espesa (si tenéis dudas mirad vídeos en youtube o preguntad a vuestras sabias progenitoras). Cuando tengamos la consistencia deseada, añadimos el bacon y la cebolla, le damos un buen meneo a todo y pasamos la mezcla a otro recipiente donde esperaremos a que la masa adquiera una apariencia semi-sólida. Es importante que la masa no quede muy líquida porque si no será muy difícil darle forma a la croqueta.

Cuando tengamos la masa lista, procederemos a realizar las croquetas. Si vais a hacer muchas os recomiendo encarecidamente que secuestréis a alguien para realizar este paso. La teoría es muy sencilla; hay que elaborar pelotitas (o la forma que más os guste) con la masa y pasarlas por harina, huevo batido y pan rallado. Una vez finalizado este proceso solo quedará freírlas en abundante aceite de oliva y devorarlas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario